the loneliness of a soul is your own behavior

sábado, 18 de septiembre de 2010


el leon y la oveja





Y así fue como el león se enamoró de la oveja
¡Qué oveja tan estúpida!
¡Qué león tan morboso y masoquista


Y en ese momento... pronunciaste mi nombre en sueños. Lo dijiste con tal claridad que crei que te habias despertado, pero te diste vuelta, musitaste mi nombre otra vez y suspiraste. Un sentimiento desconcertante y asombroso recorrió mi cuerpo. Y supe que no te podía ignorar por más tiempo.


Eres como una droga para mí.
Eres, exactamente, mi marca de heroína.


Al principio, no tenía nada claro,
pero cuando gradualmente me fui acercando al sueño,
se me hicieron evidentes algunas certezas.
Estaba totalmente segura de tres cosas.
Primera, Edward era un vampiro.
Segunda, una parte de él,
y no sabía lo potente que podía ser esa parte,
tenía sed de mi sangre.
Y tercera, estaba incondicional
e irrevocablemente enamorada de él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

 
>